Como si no hubiesen nubes en el cielo
me acosa esta torpe sensación
de no tener a nadie en este mundo
que se ocupe de mi
como yo lo haría...
Y podría entregarme, dejarme caer
por la ligera pendiente
que me lleva a sentirme pequeña y desvalida.....
No tardaría en reírme de mi.
Ya no puedo creerme esa basura.
Descender a los infiernos y ascender a los cielos.
Solo un juego de siesta.
Vivir de acuerdo a mi acuerdo
es mi única opción.
Y mientras siga al timón de este barco
fantasma y bucanero
decreto el óbito de la poesía.
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