Quietud

Ya vienen las sombras..los pájaros se apuran a llegar a sus ramas, los sonidos se aligeran brevemente, lentamente, y yo me quedo quieta, muy quieta, como si ya no corriera sangre por mis venas,como si no entrara aire en mis pulmones, como si no pensara en nada y nada me pensara. Sentada en este peñasco helado, desde donde sueño cada noche que empieza mi vuelo de regreso a casa, veo caer la tarde sobre la incertidumbre de la melancolía que siembra el horizonte.
Me quedo quieta, muy quieta, como si estuviera muerta pero con los ojos líquidos, con el frío como cuchillo clavado en mi certeza, hundido en esta larga duda, en este eterno proceder y suceder..Aúllo, en atronador silencio..vierto lágrimas de amor en medio de la nada y sin que nadie sepa.
Amo tanto este mundo! que si no lloro un poco de embelezo ciego y fatalmente apasionado va a explotar mi frágil corazón. Desbordado. De sutiles luces el cielo se pinta de oros, rubíes, lapizlazulis, magentas, índigos, púrpuras...sobre un fondo que no es ni cielo ni azul, es solo la representación constante de todo cuanto ignoramos aun, de todo cuanto podemos conseguir, aún.