Caminamos sobre un planeta redondo que gira, que describe órbitas alrededor de un sol central en un universo de disposiciones circulares. Tenemos conductos que llevan nutrientes, oxigeno, vida y recogen deshechos por todo el cuerpo de corte circular. Los nutrientes mismos, los órganos a través de los cuales miramos el mundo, el conducto a través del cual escuchamos, los orificios por los que engendramos, el ombligo, el cerebro son circulares. Casi todos nuestros alimentos naturales provienen o poseen cortes circulares. Estamos asistidos, gobernados por el sol y la luna. Los rayos de luz, la espiral, las elípticas, la circularidad del tiempo, los fragmentos cuánticos, el núcleo de todas las células, las células. El pensamiento. Nuestra historia personal y la de la humanidad toda describe continuos círculos de retorno al origen. Todo lo que tiene que ver con la vida y sus sostén, posee formas circulares.
Porqué insistimos en vivir dentro de celdas cuadrangulares tan ajenas a nuestra naturaleza?...
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